Campañas contra la prostitución, ¿son efectivas?
La prostitución siempre ha sido un tema candente y polémico. Durante muchos años, incluso, apenas ha habido debate sobre ella, porque supone un tabú que todavía no se ha superado en muchos lugares del mundo. Sin embargo, allí donde es legal y también donde está perseguida, allí donde se puede hablar de ella y donde nombrarla trae castigo, la prostitución sigue desarrollándose. Como si se tratara de una especie de forma de vida que siempre encuentra el camino para prosperar, la prostitución se da en cualquier rincón del planeta, haya las condiciones que haya. Está claro que será mucho más fácil desarrollarla cuando estás en Ámsterdam o en Berlín, donde este trabajo está regularizado, que si eres una prostituta clandestina en Brasil. Sin embargo, la problemática con la prostitución se ha traslado a su regularización o abolición, siendo esta última opción una utopía prácticamente a todos los niveles.
Desde las autoridades, tanto nacionales como regionales, siempre se trata el tema con mucha delicadeza. La opción fácil y segura es seguir estigmatizando este negocio, aludir a que todas las prostitutas son esclavas y luchar de manera enérgica contra la trata sexual. Y es algo que hay que hacer, por supuesto, porque constituye un delito importante contra estas mujeres. Pero, ¿qué hay de las que deciden convertirse en prostitutas por sí mismas? ¿Acaso no hay chicas que también encuentran en esto una forma de ganar dinero, haciéndolo de forma libre? ¿No sería más apropiado ayudar a estas chicas, apoyarlas y ofrecerles diferentes vías de afrontar el problema? En lugar de todo esto, la mayoría de campañas se utilizan para atacar, tanto a los hombres como a las mujeres, que tienen que ver con la prostitución. No solo a aquellos que son proxenetas y cometen delitos, a los que por supuesto hay que perseguir, sino a los que sencillamente acuden a disfrutar de los servicios de una escort independiente. Las campañas tratan supuestamente de visibilizar una realidad que existe, pero la generalizan tanto que se desvirtúa, y eso hace que sean menos eficientes.