La publicidad es algo importantísimo para cualquier negocio, porque gracias a ella son muchos los que logran conocer la existencia de esa empresa, de ese local, de ese producto que se vende. Podemos tener el mejor servicio del mundo, pero si no nos publicitamos, si no somos capaces de llegar a la gente, al final acabaremos cerrando porque no tendremos clientes. Hay que ir a por ellos, y no esperar a que ellos vengan a por nosotros. Hay que buscar la manera de llegar lo más lejos posible, tal vez no a todo el mundo, pero sí al público que nos interesa, a nuestro target objetivo. Y esto lo conseguiremos a través de anuncios y campañas publicitarias sorprendentes e impactantes, que hagan que se hable de nosotros.
Hay quien piensa que la publicidad siempre es positiva, incluso cuando es para hablar mal de un servicio o producto. Esto lo podríamos discutir bastante, pero lo que sí es cierto es que cualquier forma de darnos a conocer siempre será positiva para el negocio. Debemos llegar a la gente, que sepa que estamos aquí y que seamos la alternativa cada vez que busquen algo de lo que nosotros ofrecemos. Para ello, nada mejor que crear una buena campaña publicitaria. Si tenemos mucho dinero siempre podemos contratar a unos publicitas que lo hagan a través de su agencia, pero no hará falta tener detrás a un equipo de este tipo para crear una gran campaña publicitaria y tener éxito en la forma de darnos a conocer.
Tipos de campañas publicitarias
Dentro del mundo de la publicidad existen infinidad de posibilidades con respecto a las campañas publicitarias, ya que pueden categorizarse de muchas formas. Por ejemplo, según el momento del producto o de la empresa, serán de lanzamiento, de revitalización, de oferta, de fin de existencias… Según el modelo que escojamos podrán ser cobranding, cuando estemos colaborando con otra marca o empresa, de patrocinio, cuando pongamos nuestro nombre en algún evento deportivo o cultural, por ejemplo, o también corporativa, cuando la campaña no se centra en un producto, sino en vender la propia marca, en darla a conocer. La mayoría de campañas, eso sí, tienen que ver con la venta de un producto o servicio concreto, que es realmente lo que queremos dar a conocer a través de esos anuncios.
Podemos ver que existen también campañas muy diferentes según el propio medio por el que las vayamos a realizar. Estáticas, como en vallas publicitarias o incluso anuncios en periódicos; más vivas, como los anuncios en radio o televisión, que incluso pueden ir cambiando a lo largo de la propia campaña, y las más actuales, las que se llevan a cabo a través de Internet, con diversas publicaciones en redes sociales, ya sea en audio, en vídeo o solo en texto. Con tantas opciones, seguro que encontramos la que encaja perfectamente en aquello que queremos realizar con nuestra empresa, porque cada una de ellas servirá para darle un empujón a eso que queremos vender.
Personaliza tu anuncio y fija un público objetivo
Las campañas no pueden ser generales, porque en ese caso no llegarán tan lejos como querríamos. Debemos personalizarla y adaptarla por completo a lo que queremos ofrecer, a la manera en la que queremos llamar la atención de nuestro cliente. De esta forma, debemos tener muy claro cuál es nuestro público objetivo, aquel al que queremos convencer para que compre nuestro producto o adquiera nuestros servicios. Por ejemplo, si somos una compañía de coches, buscaremos un perfil adulto, tanto masculino como femenino, pero si estamos vendiendo cera para depilar, es probable que nuestro público objetivo sean las mujeres jóvenes y adultas, de la misma forma que el anuncio y la campaña será totalmente distinto cuando queramos vender galletas de desayuno para niños, porque el target habrá cambiado, claro está.
Diseño y creatividad
Es algo básico a la hora de plantear una campaña de publicidad. El diseño debe atender al medio o soporte en el que vayamos a anunciarnos, y debe ser impactante, que llame la atención entre los cientos de anuncios que el posible cliente verá a lo largo del día. Para eso debemos utilizar la creatividad, llevando más allá el concepto que queremos vender para que todo el mensaje, no solo el texto o la voz, vayan encaminados precisamente a llamar la atención y a convencer a la persona que lo esté viendo. La creatividad es indispensable en estas campañas, porque gracias a ella lograremos traspasar los objetivos marcados y abrirnos nuevos mercados, nuevas oportunidades, sobre todo si tenemos buenas ideas.
Errores a evitar
Cuando antes hablamos de creatividad nos referimos a emplear bien la cabeza y pensar cosas diferentes y originales, pero que entren dentro de lo que queremos vender. Por ejemplo, no deberíamos pasarnos de originales, ni tratar de salirnos de nuestro público objetivo por aparentar una cosa que no somos. Cada anuncio vendiendo un producto o servicio está vendiendo también el nombre de la empresa, así que lo que queramos transmitir debe ser siempre la confianza para que quien lo vea nos recuerde. Debemos saber cómo ramificar nuestra campaña en los distintos medios y soportes, para que no sea un aluvión de anuncios en el primer momento y luego haya una temporada sin noticias nuestras. Las campañas, además, deben estar estratégicamente situadas en los soportes favoritos de nuestro público objetivo.